Friday, October 8, 2010

Ensayo del reencuentro (Entrevista a directores de Entrañable lejanía)

Entrevista a Sage Lewis y Chi-wang Yang, coordinadores del proyecto Entrañable lejanía, materializado durante el último Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Sage Lewis
¿Qué es Entrañable lejanía y cómo surge este proyecto?
SAGE LEWIS: Es una obra multimedia concebida a partir de la interacción entre teatro, el video y la tecnología, resultado de una colaboración entre artistas de Cuba y de los Estados Unidos, que ha venido desarrollándose desde el 2006. Uno de sus principales objetivos ha sido tratar de buscar formas de intercambio entre ambos países. Que sepamos, es el único proyecto de esta envergadura que ha logrado sortear los retos que tal colaboración impone. La incorporación del video y el lenguaje cinemático es fundamental en la obra, pues su función es deslegitimar un embargo que ha imposibilitado que artistas de ambos lados se conozcan e intercambien. Se presentará en tres ciudades: La Habana, Miami y Los Ángeles.

¿De qué trata la historia, quiénes son los personajes, y por qué es tan importante el video?

CHI-WANG YANG: La historia está basada en dos personajes, uno de Estados Unidos y otro de Cuba, que han tenido una relación amorosa en el pasado. Los hechos se desenvuelven en torno a las decisiones que toman estos personajes para mantener su relación, y las que toman para terminarla. No es una historia lineal. El ambiente es a ratos realista, a ratos fantástico. El personaje norteamericano, Amante, empieza a ser cuestionado por alguien que es a todas luces un interrogador o agente de la ley. Durante el transcurso de la obra, en medio de este ambiente de ensoñación, Amante puede seguir las huellas de su relación inconclusa y tratar de reconectarse con esta persona, una muchacha cubana con quien sostuvo una relación. La pieza se mueve entre pasado y presente, de lo exterior a lo interior. Es un viaje a través de las emociones de estos personajes y de las vicisitudes que atraviesa su frustrada relación. Desde el punto de vista estético, es un híbrido entre cine, video y teatro, pues las imágenes de los actores cubanos son proyecciones de video, con las cuales interactúan los personajes norteamericanos en vivo durante la presentación. Originalmente, el uso del video respondió a la imposibilidad de que los artistas cubanos vinieran a participar en la obra. Por eso se nos ocurrió ir a Cuba, filmarlos, y usar las proyecciones dentro del performance

¿Experimenta algún cambio el performance, dependiendo de dónde se presenta (La Habana, Miami, Los Ángeles)?
CHI-WANG YANG
: No, incluso presentándose en La Habana, en lugar de recurrir a los actores cubanos en vivo, usaremos imágenes de video. Eso es parte del concepto. La pieza habla de la división, de la distancia, de la dificultad de estar en el mismo lugar, juntos, o de formar comunidad, por tanto, esta idea de los personajes como proyecciones en un escenario cubano cobra aun más fuerza.
¿Qué pasaría si las barreras entre Cuba y EU son derribadas? ¿Sería todavía necesario este proyecto de Entrañable lejanía?

CHI-WANG YANG: Es una pregunta importante. Con la toma de posesión de Obama y la posibilidad de que ocurran cambios en la relación Cuba-Estados Unidos, muchas personas nos la han formulado. Creo definitivamente que sí. Entrañable lejanía no busca ofrecer respuestas ni soluciones fáciles a un conflicto tan complejo como el de la separación de nuestros países. Creo que en última instancia, incluso si (o incluso cuando), las barreras son derribadas, nos vamos a encontrar con problemas mayores, como el de plantearnos cómo ser de nuevo vecinos, amigos, familia. En todo caso, la creación de esta pieza puede verse como una suerte de ensayo, de práctica del reencuentro, para cuando éste tome lugar. Es ahí cuando la segunda parte de esta obra comenzaría.

¿De qué forma el lenguaje de la obra puede contar en sí mismo una historia? ¿Qué ganancias representa la experiencia multimedia, la contigüidad del teatro con el video-arte en escena?
 CHI-WANG YANG: La tecnología ayudó a conectarnos con los de la Isla, ya fuera vía e-mail o chat. Ese fue el punto partida del encuentro. Sin embargo, la escisión sigue estando presente. El uso del video para hacer físico el cuerpo del otro es una metáfora de lo ilusorio. En la obra se podrán ver personajes y lugares de La Habana representados en video; se verá a un actor americano al lado de la proyección en video de uno cubano, pero esta contigüidad funcionará como una suerte de espejismo. En última instancia, se trata de una conexión incompleta, pues el video, las imágenes, son unidimensionales, intangibles y efímeras. Esperamos que la pieza capte y transmita esta ambigüedad de proximidad-discontinua, momentánea, incompleta.
Chi-wang Yang
Por otra parte, lo multifacético del proyecto apunta a la complejidad del mensaje de la obra. No se trata sólo de experiencias interdisciplinarias como el teatro y el cine en función de un proyecto común, ni siquiera de la novedad de ver a actores americanos y cubanos interactuando en un mismo escenario, sino también de constatar una interacción entre otras categorías más globales, entre las que se encuentran las historias de diferentes lugares, poesías, culturas, lenguas y geografías.

Chi-wang, ¿podías referirte a tu formación teatral y al uso del teatro en este proyecto?
CHI-WANG YANG: Hay un anécdota graciosa. En un momento en que estábamos filmando en La Habana, estábamos cansados dada la complejidad del proyecto, y alguien dijo: ¿por qué no hacer una película mejor? La respuesta a esta pregunta explica la razón de ser de este proyecto. La experiencia cinemática per se no es suficiente, en nuestro caso, para captar la dimensión de la separación. El teatro, por el contrario, brinda la posibilidad de establecer una experiencia colectiva, a través de la cual las personas pueden compartir el mismo espacio, contribuyendo a cierto acercamiento.

Sage, ¿cuál es tu función como músico de formación clásico dentro de esta obra? 

SAGE LEWIS: Mi formación profesional es en el terreno de la música, pero siempre he querido ir más allá y explorar las conexiones entre música, el teatro y el cine. Soy el director musical de Entrañable lejanía, pero no compuse toda la música para la obra. Cuba es un lugar extraordinariamente musical. Una de las cosas que me atrajo de ese país fue la musicalidad y el alto nivel de sus músicos. En la obra, algunos de los personajes son músicos y usan la música como un elemento de magia. Tiago, por ejemplo, se vale de la música para entender a otros personajes. Hay tambores batá; en otra escena un hombre de 97 años canta "Lágrimas negras". Esas cosas stán en la obra; mi función es coordinarlas. Hay también una pieza de salsa que compuse con un salsero de La Habana, la canción "Por amor." (http://projectporamor.com/music8.html#8). También hay otro tema musical en el que se usan instrumentos folklóricos cubanos y norteamericanos, en una escena conclusiva. En la misma hay tambores batá, batería, una guitarra dobro, corno francés, contrabajo. Vamos a incluir también la grabación de un oro infantil de Los Ángeles interactuando con Coro Diminuto de La Habana, en vivo. La mayoría de los niños acá no conocen del problema de Cuba y Estados Unidos. Exponerlos a aprender sobre esto de esta forma implica un gesto simbólico de gran fuerza; es como sembrar las semillas de un futuro entendimiento.

Theodor Adorno, en Teoría estética, expresa que concebir el arte como un fenómeno autónomo es una falacia, que la realidad siempre va a 'colarse' en el arte, ya sea en la forma o en el contenido. ¿Creen ustedes que este proyecto intenta embarcarse en la utopía de llevar al arte más allá de la política?
CHI-WANG YANG: Desde un principio quisimos alejarnos de toda la retórica política que ha dominado el debate entre Estados Unidos y Cuba. Existen análisis políticos, económicos y otras formas de aproximación al tema. La posición nuestra como artistas, sobre todo en este momento en que las condiciones apuntan a un nivel de interacción política y cultural mayor, es la de estar al frente de esta corriente, y proponer que el arte debe de ser parte de ese diálogo. Aunque el tema de la pieza no es estrictamente político, coincidiría con Adorno: decir que algo no es político es ya una declaración política.

Aunque no hablemos de política en la obra, no estamos ignorándola ni pretendiendo que no existe. Más bien estamos entrando en esta dinámica, tratando de crear un espacio para que haya conversación y que ese espacio de lugar a diferencias. Esas diferencias representan, en última instancia, quiénes somos y cuáles son nuestras complejidades; el propósito de la obra no es borrar tal dimensión política, sino proveer un espacio donde está bien que existan esas diferencias.

SAGE LEWIS
: Sí, hay una retórica en Miami según la cual el trabajar con un artista cubano de la Isla te descalifica. Desde esta perspectiva, cualquier expresión acerca de Cuba te pone a un lado u a otro de la ecuación. Nuestro interés ha sido empezar un nuevotipo de conversación que moviliza nuevos paradigmas. Lo importante sería qué es posible y qué es posible lograr dentro del absurdo que estamos viviendo.

¿Cómo fue la colaboración con Cuba y el gobierno cubano? 
SAGE LEWIS: Obtener la aprobación del gobierno cubano fue el reto más difícil, pero lo interesante es que una vez que obtuvimos los permisos, por supuesto, al nivel más alto, tuvimos acceso a los estudios de grabación, a poder filmar sin problemas. La policía, por ejemplo, nos ayudó a bloquear las calles y asegurarse de que no había demasiado ruido durante la filmación. También hay una diferencia en cuanto a cómo la gente ha entendido este proyecto en Cuba y en los Estados Unidos. En Cuba, la gente lo entiende al instante; el cubano average lo entiende a un nivel profundo. En Estados Unidos la gente piensa que es un proyecto really cool pero no lo procesan al mismo nivel vivencial con que lo hacen los cubanos. Creo que Cuba recibió el proyecto muy bien, incluso a nivel de instituciones pudimos obtener la aprobación. En Estados Unidos, por el contrario, fue a veces muy difícil tocar a ciertas puertas.

¿Es Entrañable lejanía un proyecto en colaboración con el ICAIC? 

SAGE LEWIS: No, trabajamos con el Movimiento Nacional de Video, una organización independiente, no gubernamental. Fueron ellos quienes gestionaron los permisos y presentaron el proyecto a las instituciones oficiales, a la Televisión Cubana y el ICAIC. El Movimiento Nacional de Video ha sido nuestro principal colaborador desde el principio, y ahora tenemos la colaboración del grupo de teatro El Público y del Festival de Cine de La Habana.

¿Pueden mencionar a otros de los colaboradores en este proyecto?
SAGE LEWIS
: Una de las personas claves ha sido Raúl Pérez Ureta, el fotógrafo de las películas La vida es silbar y Suite Habana, de Fernando Pérez. Ha sido esencial poder ver La Habana a través de sus ojos. Él ha hecho tomas de la ciudad, de la gente, con la artisticidad que lo caracteriza. Boris González Arena, está al frente de la parte fílmica. Yasef Ananda, escritor, productor y director de cine, ha sido parte fundamental del proyecto. La mayoría de los actores son estudiantes graduados de CalArts (California    Arts Institute), la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños y del ISA.
¿Cuándo y donde será estrenada esta obra?

SAGE LEWIS
: El estreno mundial será en La Habana, como parte del 31 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, entre los días 4, 5 y 6 de diciembre. Será presentada después en febrero del próximo año en Miami y posteriormente en Los Ángeles.
 Sage Lewis, Isabel Alfonso y Chi-wang Yang. Panel de discusión. Premier de Entrañable lejanía. Festival de Cine de La Habana, 2009. Teatro Mella
¿Dónde pueden los lectores encontrar más información sobre ustedes?SAGE LEWIS: Pueden visitar el sitio de Proyecto Por Amor (http://projectporamor.com/). Proyecto Por Amor es la iniciativa de un colectivo de artistas, cuyo objetivo es desarrollar proyectos de colaboración entre Cuba y los EU. Entrañable lejanía es la primera fase de este proyecto. Esperamos que surjan muchas más.

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Publicado originalmente en Espacio Laical: espaciolaical.org/contens/esp/sd_090.pdf

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